recuerdos...

Dicen que para poder prosperar hay que echar la vista al frente, retar al futuro. Mirarlo a la cara y decirle: ey! aquí estoy.
Pero si nos pasamos toda la vida mirando al pasado, recordándolo, lamentándonos por lo que paso o por lo que no paso, nos estancaremos, no aprenderemos de nuestros errores. Porque la vida no entiende de eso..

Pero en cambio yo, intento avanzar, llegar lejos pero no entiendo que es esa cosilla que me tira a recordar aquello que pasó hace ya no tanto tiempo...
Porque no puedes evitar no recordarlo, porque las cosas que pasan que te hacen llorar hasta sangrar, las cosas que hacen que te partan el corazón, las cosas que pasan que te hacen sufrir hasta más allá del límite de tu aguante.. esas cosas no se pueden perdonar y olvidar. Quizás ni siquiera perdonar, quizás ni siquiera olvidar.

Porque las cosas que si me hacen daño, no puedo quitármelas de la cabeza así como así...NO, yo no soy de esas personas que encajan tan duros golpes y luego están tan felices. A mí me atormentan mis recuerdos, me llenan de ira, de lágrimas, de dolor, de enfado, de engaño, de rabia, de muchas cosas que no desearías ver..

Y de verdad lo que me da tanta rabia hacia mi misma, es que quizás, mi "baúl de los recuerdos" debía de estar lleno de las emociones más bonitas, de los recuerdos más valiosos,de aquellas tardes cuando eras niño jugando en el parque, donde unas simples risas nos hacían darlo todo y por desgracia muchas cosas han salido de mi baúl para que las ocupen otras muy oscuras...

Demasiado

¿Cómo saber cuando es demasiado?
Demasiada información
Demasiada paciencia
Demasiada diversión
Demasiado pronto
Demasiado amor
Demasiadas preguntas que necesitan respuesta
Y...
¿Cuándo es demasiado para soportarlo?

Nietzsche

Ya lo dijo él una vez, nos lo advirtió. Vive la vida como si se fuera a repetir eternamente.
Con esto nos quería decir que viviésemos cada momento tan intensamente que deseáramos que se volviera a repetir.
Y siento que las cosas no están siendo así, como si estuviera perdiéndome la mejor parte de mi vida...
Que no estoy haciendo todo lo que me gustaría hacer, que no estoy disfrutando lo que debería, muchas sensaciones extrañas.
No es libertad lo que necesito porque no me siento prisionera de nada, pero hay algo que no me deja volar..
Pero si que quiero hacer más cosas, muchas más y no ver como los segundos más preciados de mi vida simplemente se pasan..

Probablemente lo que debería de hacer es dejar de pensar, o quizás de escribir. La pena es que no lo hago..

PD: siempre dándole vueltas a la cabeza

Life

NADA EN LA VIDA DURA PARA SIEMPRE..

PERO SI LO SUFICIENTE PARA QUE SEA INOLVIDABLE

Una de cal y otra de arena

Hoy, seré breve estoy hasta arriba de examenes de la uni y todavía me queda un mes por delante :(
No deja de sonar una de cal y otra de arena de merche.. porque estoy cansada de que las cosas siempre sean así, que el destino me de una cachetada de sabiduría y que me repita Cristina la historia es cíclica y la gente, no cambia, todo el mundo miente.
Y ahora que yo, YO soy la que necesita una mano donde agarrarme o un hombro en el que llorar.. no se..
Porque me canso de recibir una de cal y 100000 de arena y que creas que me compensa..

miedos

Hay muchas cosas que temer en este mundo. Pero nuestros miedos no tienen nada que ver con horribles mascaras, con arañas de plastico, o con monstruos artificiales...

No, son nuestros pensamientos los que mas nos aterran.

¿Y si nos arrepentimos de una desición?...
¿Y si las cosas deberían de cambiar?
¿Y si ya no aguantas más?


¿Que como podemos superar esos pensamientos tan terribles?
Recordando siempre, que lo que no te mata...

Te hace mas fuerte 

Cuantas promesas se van con el viento

Desde que nacemos, tenemos obligaciones. 
Cuando somos mayores, juramos mañana devolver los libros de la biblioteca...
Pero es así, a medida que cumplimos años, hacemos votos, nos cargan de compromisos.


No hacer daño, decir la verdad y nada más que la verdad, amarnos hasta que la muerte nos separe. 


Las promesas que una vez hicimos, esas promesas que prometimos cumplir, se van amontonando...hasta que de pronto las promesas parecen obligaciones.
Haces lo que cualquier persona en su sano juicio, huir de las promesas que hiciste esperando que las olviden.
Pero tarde o temprano, te alcanzarán.
A veces, la obligación a la que más pavor tienes, no merece que huyas de ella.


Hoy no he parado de escuchar: un enorme dragón. Cosa que no debería de hacer porque se acercan los finales de la UNI. Pero tampoco he podido dejar de pensar desde ayer el significado de promesa, que según el diccionario se define como expresión de la voluntad de dar a uno o hacer por él una cosa. 


Y es así, ya somos granditos para ser consecuente con lo que decimos o hacemos. Y sabes también que las promesas significan algo muy grande para mí como para que las rompas, pisoteando mi ilusión.


Prometer cielo y tierra no sirve de nada si al final todo se reduce al polvo. No, no y no. Estoy cansada de decepcionarme una y otra vez.
Por qué nos costará tanto darle un poco de felicidad a los demás.
Tampoco era tan difícil...
Y sin embargo aquí estoy yo, Cristina, con las mismas paranoias de siempre, a la que nunca le pasa nada.
Nunca me pasa nada...